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Viena destaca de forma particular. Y no solo en la música. Aquí, ir de compras también es un descubrimiento refrescante y único. Todo el mundo sabe que ir de compras no solo tiene que ver con lo que se compra, sino especialmente con cómo se compra; se trata de una experiencia más compleja. En Viena, esta experiencia es un sueño. Desde lujosas tiendas insignia en distritos cargados de historia hasta apabullantes y modernas calles comerciales que ofrecen todo lo que una persona pueda buscar, en esta ciudad es posible encontrar todo con lo que uno se atreva a soñar.

De compras por el casco antiguo – Sueños de lujo

En el casco antiguo de Viena hay pequeños y lujosos comercios de todas las grandes marcas en un entorno histórico. En los magníficos edificios de estilo modernista se han establecido importantes marcas internacionales de productos de lujo.

Para quien sea importante contar con una oferta de tiendas insignia exclusivas, el Goldenes Quartier de Viena es El Dorado. La prolongación del barrio noble Kohlmarkt es uno de los distritos comerciales más exclusivos de la ciudad. La Kärntner Straße es el lugar ideal para quienes quieran tenerlo todo al alcance y a poca distancia. En el distrito número 1 también es posible comprar artesanía vienesa. Los antiguos comercios tradicionales siguen atrayendo a los visitantes con porcelana elaborada a mano, cristalería, joyería y exquisita pastelería.

Sueña en grande: la calle comercial más grande de Austria.

En la vienesa Mariahilfer Straße se cumplen los sueños de cualquier comprador. Aquí se puede encontrar todo lo que se busque: moda, belleza, entretenimiento, la mejor comida y un sinnúmero de comercios. Una gran parte de la calle comercial se ha convertido en un punto de encuentro de gente, por lo que ofrece un amplio espacio para pasear cómodamente con toda la familia. De la gran calle comercial de Viena hasta las calles laterales del séptimo distrito, en las que se esconden muchas tiendas de diseño independiente, lo nuevo se funde con lo antiguo, las tiendas modernas comparten escaparates con clásicos de toda la vida y los soñadores quedan para tomar el café de la tarde o las copas de la noche.